Poet's Abbey (Blog de lecturas)


El diario de Ana Frank


Llegué a Amsterdam con el libro bajo el brazo, después de una relectura pausada y tranquila. La hermosa ciudad holandesa perdía luminosidad con los retazos de sol de la memoria de la familia de Ana. Pero a la vez su testimonio nos daba una gran esperanza. Ana era sólo una niña, luego una joven adolescente cuando los nazis la atraparon. Y escogió dar sus instantes al amor, aun rodeada del mismo infierno.


No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda.

Me es absolutamente imposible construir cualquier cosa sobre la base de la muerte, la desgracia y la confusión. Veo como el mundo se va convirtiendo poco a poco en un desierto, oigo cada vez más fuerte el trueno que se avecina y que nos matará, comparto el dolor de millones de personas, y sin embargo, cuando me pongo a mirar el cielo, pienso que todo cambiará para bien, que esa crueldad también se acabará, que la paz y la tranquilidad volverán a reinar en el orden mundial.

Ana Frank, Diario, 1942

Comentarios

Juan Ares ha dicho que…
El final me dio una pena tremenda. Pero cuando digo final me refiero a que, hasta la última página estuve viviendo las dificultades y los miedos de esas dos familias a través del encanto de la protagonista. Tiene esperanzas, ilusiones... Giras la última página y ya no hay nada. Un diario interrumpido y una nota, ya escrita por otro, explicando el crudo desenlace de esta pequeña escritora.
Sinceramente me dolió. Le había cogido cariño.