Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Drácula

Cada libro pide un momento y un lugar para dejarse leer. Yo disfrutaba como un niño leyendo a Mrozek en el tranvía 15 de Cracovia, que me llevaba al barrio obrero de Nowa Huta cuando trabajaba en Polonia. Y en mis años de estudiante en Suecia, me sentaba en mi habitación de la residencia, cerca de la ventana donde caía la nieve de noche, y gozaba de la lectura de uno de los precursores del teatro del absurdo, el indomable August Stringberg.
Hay libros que no se pueden leer de cualquier modo. Hay obras que requieren silencio, concentración y un lugar y un tiempo adecuado. Dudo mucho que alguien se atreva a leer Drácula de Bram Stoker en el metro donde abundan bestsellers de usar y tirar. Eso sería un sacrilegio. Porque esta magnífica novela de terror se ha de leer siempre de noche en la soledad de tu sofá preferido.

La hermosa joven se arrodilló y se inclinó sobre mí, con maligna satisfacción. Había en ella una voluptuosidad deliberada que era a la vez excitante y repulsiva, y al arquear el cuello llegó a lamerse los labios como un animal, hasta que pude ver a la luz de la luna la humedad que brillaba en los labios escarlatas y en la roja lengua con la que se lamía los dientes rojos y aguzados. Su cabeza descendía cada vez más... cerré los ojos en éxtasis y esperé.

Bram Stoker, Dracula, 1897

Comentarios

Juan Ares ha dicho que…
Yo me la leí justo después de que saliese la película de Francis Ford Coppola. Me encantó como está escrita a base de una recopilación de diarios y recortes de prensa. Londres, Transilvania y la travesía en barco. Me chiflan los 3 ambientes. Me parece una novela fabulosa.