Me fascina el ajedrez. Reconozco que soy un jugador muy mediocre, por no decir malo. Pero me encanta jugar partidas y sobre todo quitarme el sombrero viendo a los grandes ajedrecistas delante del tablero.
En mi colegio he organizado un campeonato de ajedrez. Mis alumnos están tan excitados que incluso se llevan los juegos de ajedrez al patio. Cada tarde entrenan un poco en mi clase. Las familias americanas lo ven con buenos ojos. Y todos esperamos con impaciencia la final entre el ganador del programa español y el campeón del programa mandarín.
Al leer Novela de ajedrez del genial Stefan Zweig me he detenido a pensar sobre la importancia de este maravilloso juego de matemáticas, estrategia y paciencia que sigue cautivando a millones de personas. El escritor austriaco narra la historia de un ajedrecista internacional que se enfrenta en un viaje en barco con un desconocido que le deja en tablas.
La obra maestra de Zweig es una profunda crítica a los métodos inhumanos y violentos del poder contra los ciudadanos, como experimentó el propio autor en manos de la Gestapo. Todos sabemos que sus libros acabaron en el pasto de las llamas durante el régimen nacionalsocialista. El escritor era judío y humanista. Y al borde de la locura lo único que le salvó fue precisamente el ajedrez.
-Lástima -dijo magnánimamente-. El ataque no estaba mal dispuesto. Considerando que se trata de un aficionado, es justicia decir que ese caballero posee, en realidad, condiciones excepcionales.
Stefan Zweig, Novela de ajedrez, 1941
En mi colegio he organizado un campeonato de ajedrez. Mis alumnos están tan excitados que incluso se llevan los juegos de ajedrez al patio. Cada tarde entrenan un poco en mi clase. Las familias americanas lo ven con buenos ojos. Y todos esperamos con impaciencia la final entre el ganador del programa español y el campeón del programa mandarín.
Al leer Novela de ajedrez del genial Stefan Zweig me he detenido a pensar sobre la importancia de este maravilloso juego de matemáticas, estrategia y paciencia que sigue cautivando a millones de personas. El escritor austriaco narra la historia de un ajedrecista internacional que se enfrenta en un viaje en barco con un desconocido que le deja en tablas.
La obra maestra de Zweig es una profunda crítica a los métodos inhumanos y violentos del poder contra los ciudadanos, como experimentó el propio autor en manos de la Gestapo. Todos sabemos que sus libros acabaron en el pasto de las llamas durante el régimen nacionalsocialista. El escritor era judío y humanista. Y al borde de la locura lo único que le salvó fue precisamente el ajedrez.
-Lástima -dijo magnánimamente-. El ataque no estaba mal dispuesto. Considerando que se trata de un aficionado, es justicia decir que ese caballero posee, en realidad, condiciones excepcionales.
Stefan Zweig, Novela de ajedrez, 1941
Comentarios
Discrepo acerca de que Zweig acabara al borde de la locura. Que se suicidara no quiere decir que estuviera loco. O al menos esta no es mi impresión. Sus últimos escritos, las memorias "El mundo de ayer" y los comentarios a Montaigne (mi viejo y amado Montaigne, las vueltas que da el mundo) son de una lucidez evidente.
Saludos.