Nos han querido vender la moto de que el enamoramiento siempre es algo maravilloso y deseable, que te hace ser mejor persona y esas cursiladas. Pero en esta novela, Javier Marías defiende lo contrario. No es oro todo lo que reluce. El famoso escritor nos avisa de los peligros del enamoramiento, que nos puede llevar a veces a lo peor de nosotros mismos.
El tema central de esta novela, aunque el título parezca engañoso, no es el amor, sino la muerte, así como el desengaño y el desamor, que son otras formas de muerte. El amor, en todo caso, es sólo algo que nos hace vulnerables: "Lo que es muy raro es sentir debilidad, verdadera debilidad por alguien, y que nos la produzca, que nos haga débiles." (p. 172)
El narrador no da espacio aquí para la esperanza ni tampoco ofrece redención, ni cree en un destino, tan sólo impone una realidad, tan posmoderna, cargada de "casualidad y conformismo".
No pretendemos ser los primeros, o los preferidos, sólo somos lo que está disponible, los restos, las sobras, los supervivientes, lo que va quedando, los saldos, y es con eso poco noble con lo que se erigen los más grandes amores y se fundan las mejores familias, de eso provenimos todos, producto de la casualidad y el conformismo, de los descartes y las timideces y los fracasos ajenos... (p. 82)
Javier Marías, Los enamoramientos, 2011
El tema central de esta novela, aunque el título parezca engañoso, no es el amor, sino la muerte, así como el desengaño y el desamor, que son otras formas de muerte. El amor, en todo caso, es sólo algo que nos hace vulnerables: "Lo que es muy raro es sentir debilidad, verdadera debilidad por alguien, y que nos la produzca, que nos haga débiles." (p. 172)
El narrador no da espacio aquí para la esperanza ni tampoco ofrece redención, ni cree en un destino, tan sólo impone una realidad, tan posmoderna, cargada de "casualidad y conformismo".
No pretendemos ser los primeros, o los preferidos, sólo somos lo que está disponible, los restos, las sobras, los supervivientes, lo que va quedando, los saldos, y es con eso poco noble con lo que se erigen los más grandes amores y se fundan las mejores familias, de eso provenimos todos, producto de la casualidad y el conformismo, de los descartes y las timideces y los fracasos ajenos... (p. 82)
Javier Marías, Los enamoramientos, 2011
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