Poet's Abbey (Blog de lecturas)


El hereje

La última novela de Miguel Delibes es un alegato en favor de la libertad de conciencia. No es como sus otros libros. Es una obra que retrata magníficamente el Valladolid renacentista del siglo XVI. Me ha impactado, por su fuerza narrativa, el final, tan patético y a la vez tan predecible.

¿Por qué el gran autor vallisoletano decidió escribir su última novela sobre la entrada, clandestina, del protestantismo en España? ¿Qué quiere decirnos con esta historia de desafortunados herejes, brutales inquisidores e ignorantes españoles? ¿Por qué es tan importante la libertad de conciencia en un mundo de moralistas e inquisidores, sean de la religión o ideología que sean? 

Así empieza:


El Hamburg, una galeaza a remo y vela, de tres palos, línea enjuta y setenta y cinco varas de eslora, dedicada al cabotaje, rebasó lentamente la bocana y salió a mar abierta. Amanecía. Se iniciaba el mes de octubre de 1557 y la calima sobre la superficie del mar y la estabilidad de la nave presagiaban bonanza, una jornada calma, tal vez calurosa, de sol vivo y suave viento del norte. Era el Hamburg un pequeño barco de carga, dotado con cincuenta y dos marineros, al que su capitán, Heinrich Berger, con un agudo sentido de la economía personal, superponía en el buen tiempo dos pequeñas tiendas de campaña sobre las cuadernas de toldilla para alojar a cuatro posibles pasajeros de confianza, mediante un módico estipendio.

Miguel Delibes, El hereje, 1998

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