Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Mañana en la batalla piensa en mí

¿Vivir en el engaño es fácil? Yo creo que no. Es más, creo que no hay nada más difícil que vivir en el engaño. Se puede existir, sobrevivir, ir tirando... pero no se puede vivir plenamente si uno actúa en contra de su conciencia, como argumentaba Sócrates.

La condición natural del hombre no tiende a la mentira, sino a la verdad. Su corazón es salvaje, quiere estar libre de ataduras y aspira a ser auténtico. El corazón tiene una sed de infinito. No puede ser humana una vida en que todo es mentira.

Javier Marías parece afirmar lo contrario a lo largo de su famosa novela. Sus personajes, tan frágiles y solitarios, me recuerdan tanto a algunas películas de Woody Allen al ofrecernos el drama postmoderno de la tristeza en las vidas sin rumbo.

El escepticismo del escritor goza hoy de más aceptación que el optimismo metafísico de su padre Julián, el filósofo, que creía que "en la medida en que se ama, se necesita seguir viviendo o volver a vivir después de la muerte, para seguir amando."


Vivir en el engaño es fácil, y aún más, es nuestra condición natural, y por eso no debería dolernos tanto.

...cada trayectoria se compone también de nuestras pérdidas y nuestros desperdicios, de nuestras omisiones y deseos incumplidos [...], quizá estamos hechos en igual medida de lo que fue y de lo que pudo ser.

Javier Marías, Mañana en la batalla piensa en mí, 1994

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