Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Al faro

Dicen que esta novela es la más autobiográfica de Virginia Woolf. La gran escritora londinense narra la historia de la familia Ramsay, que desea hacer un viaje a un faro. La madre y los hijos quieren ir allí, pero el autoritario padre se niega. Pasan diez años y el padre retoma la iniciativa de hacer ese viaje en barca, cuando su esposa ya ha muerto. Mientras, una pintora joven e indecisa les observa y lucha por su creatividad, su identidad y su libertad.

Uno de los aspectos más notables de Al Faro es el uso del monólogo interior, una técnica que permite a los lectores adentrarse en la mente de los personajes y experimentar sus pensamientos y emociones.

El faro puede simbolizar la búsqueda de significado y la conexión con la naturaleza. La promesa de un viaje al faro quizá representa la esperanza de alcanzar la iluminación y la comprensión, pero también la inevitabilidad de la muerte y la pérdida.

Corren ríos de tinta sobre el significado del faro. Pero hay tantas interpretaciones como lecturas. Lo importante es qué es el faro para mí, y, quizá tras la lecura reposada, en este viaje de nuestra vida, debe aparecer la gran pregunta: "¿Qué hace uno aquí?"



Pero esta mañana, todo, ante la pregunta de Nancy, parecía muy extaño. "¿Qué hay que enviar al Faro?"; la pregunta abría nuevas puertas en la mente de cada uno, y las puertas no dejaban de dar portazos, de abrirse y cerrarse; y obligaban a todos a preguntarse sin cesar, con asombro, con la boca abierta: ¿Qué se envía? ¿Qué se hace? Y, en fin: ¿Qué hace uno aquí? (p. 156)

Era sorprendentemente hermosa. Que venga, pensó, si ha de venir. Porque hay momentos en que una no puede ni pensar ni sentir. Pero sin pensar ni sentir, ¿dónde está una? (p. 206)

Virginia Woolf, Al faro, 1927



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