Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Helena o el mar del verano

 
El poeta Enrique García-Máiquez siempre recomienda esta novelita del escritor asturiano Julián Ayesta. Fragmentada en seis momentos de verano y uno de invierno, la obra celebra en pocas páginas el extraño paso de la infancia a la adolescencia, la felicidad del primer beso y del primer amor, la búsqueda constante del Infinito, y la profunda alegría de saborear el placer de las cosas pequeñas, como una sobremesa de buenos licores con amigos, el calor familiar de una chimenea, o el erótico atardecer en una playa desierta.


Salimos a la playa felices y nos tumbamos al sol. El sol iba ya haciéndose naranja y metiéndose detrás de los pinos del acantilado. El cielo estaba verde y lleno de un brillar oscuro que mirándolo fijo era como el Infinito.

Julián Ayesta, Helena o el mar del verano, 1952

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