Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Amor y pedagogía



Hay una gran diferencia entre educar y adoctrinar:

a.) Educar es enseñar métodos para aproximarse a la realidad con una actitud de cuestionamiento y pensamiento libre.

b.) Adoctrinar es presentar una crítica de la realidad con unas conclusiones extraídas de antemano. Las discrepancias, las dudas y el escepticismo son concebidas como fruto de la ignorancia o la perfidia.


El lúcido escritor se lamentaba de repetir que lo importante para los maestros "no es cómo enseñar, sino qué es lo que debe enseñarse y qué no. De qué sale el cómo mejor que del cómo el qué". 

La pedagogía, sin contenidos, ha echado a perder el valor del conocimiento con la sarta de estupideces sobre la felicidad y el amor. En cambio, la didáctica está al servicio de unos fundamentos disciplinares necesarios para el progreso social y humano. Esta bella palabra (que no se utiliza en el mundo anglosajón) procede del griego "didásk", acción repetida (di) de sostener alguna cosa poniéndola a la vista de alguien (da) para que se apropie de ello (sk). Por eso, quizá, elegí hacer mi doctorado en didáctica, en vez de pedagogía.

Conviene recordar lo que Unamuno dice en boca de Federico: "Su padre lo ha echado a perder con tanta pedagogía". La enseñanza vacía de contenidos, al servicio de algo tan abstracto y fluctuante como la felicidad de los niños, sólo lleva a echarlo todo a perder en una estupidez sin límites.



...de ahí ha nacido lo de que se aprende jugando, que acaba siempre en que juega a aprender, y el maestro mismo que les enseña jugando, juega a enseñar. Y ni él, en rigor, enseña, ni ellos, en rigor, aprenden nada que lo valga.

Miguel de Unamuno, Amor y pedagogía, 1902

Comentarios