Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Viaje a la Alcarria



Cierro el libro "más sencillo, más inmediato y directo" de Cela, bajo la sombra de un árbol de una casa rural de Majalrayo, en la sierra norte de la provincia de Guadalajara, a orillas de la Alcarria. Miro el cielo azul y me siento un poco como el viajero de Cela, atento a los detalles de la realidad de este "país al que la gente no le da la gana ir". 

De todo el viaje del joven escritor, entre arroyos y caminos de polvo, me quedo con el momento en que entra en la escuela rural de Casasana, misérrima, con crucifijo y banderita española, y observa el diálogo de una maestra joven y bien vestida con su alumna preferida.

Es el mismo problema educativo de siempre. No se trata de memorizar por memorizar, ni de emprender proyectos por emprenderlos. Se trata de saber enseñar, es decir, de dar un sentido a lo que se enseña.


La maestra sonríe.

-Ahora, tú. ¿Cuál fue la mejor reina de España?

-Isabel la Católica.

-¿Por qué?

-Porque luchó contra el feudalismo y el islam, realizó la unidad de nuestra patria y llevó nuestra religión y cultura allende los mares.

La maestra complacida, le explica al viajero:

-Es mi mejor alumna.

La chiquita está muy seria, muy poseída de su papel de número uno. El viajero le da una pastilla de café con leche, la lleva un poco aparte y le pregunta:

-¿Cómo te llamas?

-Rosario González, para servir a Dios y a usted.

-Bien. Vamos a ver, Rosario, ¿tú sabes lo que es el feudalismo?

-No, señor.

-¿Y el islam?

-No, señor. Eso no viene.

La chica está azarada y el viajero suspende el interrogatorio.


Camilo José Cela, Viaje a la Alcarria, 1948

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