Creo que la huella del filósofo empirista escocés David Hume en el pensamiento contemporáneo actual no es tanto por su emotivismo moral, sino por su crítica radical al concepto de causa.
En Investigación sobre los orígenes de la moral, defiende que la ética tiene su origen en los sentimientos, no en la razón. Este planteamiento resulta muy actual.
La costumbre o el hábito es lo que permite establecer una relación de necesidad entre experiencias separadas en el tiempo. Estamos acostumbrados a constatar que los mismos hechos se repetirán en un futuro. Se considera que la conexión causa-efecto sólo existe en la mente. Sólo son verdad las ideas que provienen de una impresión.
La obra acaba pidiendo tirar a las llamas cualquier libro de metafísica escolástica, pues no continiene "ningún razonamiento experimental acerca de cuestiones de hecho". (p. 192)
La costumbre es, pues, gran guía de la vida humana. Tan sólo este principio hace que nuestra experiencia nos sea útil y nos obliga a esperar en el futuro una serie de acontecimientos similares a los que han aparecido en el pasado. Sin el influjo de la experiencia estaríamos en total ignorancia de toda cuestión de hecho, más alla de lo inmediatamente presente a la memoria y a los sentidos. Nunca sabríamos ajustar medios a fines o emplear nuestros poderes naturales en la producción de cualqueir efecto. Se acabaría inmediatamente toda acción, así como la mayor parte de la especulación. (cap.5, p. 68)
La religión cristiana no sólo fue acompañada al principio por milagros, sino que aún hoy no puede creer en ella una persona razonable sin que se dé una. (cap. 10, p. 158)
David Hume, Investigación sobre el conocimiento humano, 1748
Comentarios