La novela no sigue una narrativa lineal tradicional, sino que ofrece múltiples caminos de lectura. Los capítulos están dispuestos de manera no secuencial, y Cortázar sugiere diferentes órdenes de lectura, permitiendo así una experiencia de lectura muy original. El título ya indica la referencia del juego infantil de dar saltos para llegar al cielo.
La trama se centra en la vida de Horacio Oliveira, un argentino que vive en París con sus amigos del Club de la Serpiente (artistas, escritores y músicos bohemios) y especialmente con la Maga (Lucía). Todos los personajes presentan problemas existenciales. Su vida es como un juego sin normas, aunque hayan consecuencias.
Rayuela cuestiona la linealidad temporal y la estructura narrativa tradicional, al tiempo que explora la identidad, la soledad, el amor y la búsqueda de sentido en la vida. "¿Por qué escribo esto? No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas."
Oliveira busca siempre algo, pero no sabe exactamente qué es lo que busca. Su corazón anhela el infinito, pero nada le remite a ese infinito.
La vida como juego. La literatura como juego.
...el mundo ya no importa si uno no tiene fuerzas para seguir eligiendo algo verdadero... (32)
El hombre es el animal que pregunta. El día en que verdaderamente sepamos preguntar, habrá diálogo. Por ahora las preguntas nos alejan vertiginosamente de las respuestas. (147)
Julio Cortázar, Rayuela, 1963
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