Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Nacemos para no morir nunca

 


¿Vale la pena renunciar a la quimioterapia (que podría salvarla) para entregar su vida al hijo que lleva en el vientre? Esta pregunta se presenta como un dilema ético fundamental en nuestros días, pues resulta más que incómoda, inapropiada, en la sociedad utilitarista y mercado-técnica que nos ha dejado el capitalismo salvaje en el que vivimos.

Chiara Corbella Petrillo no responde a la pregunta con moralismos o sentimentalismos, sino con el testimonio real de su propia vida. 

La bella y joven italiana de 28 años, enamorada de su marido Enrico y sus hijos, de su familia y amigos, abraza el Amor sin límites, aunque esto suponga aceptar el dolor más profundo.

Enrico y ella estaban muy cerca el uno del otro: "cada mirada, cada palabra y cada gesto tenían un sabor de eternidad, suspendido en el tiempo". Me parece la mejor definición del amor humano.

Su lectura lenta me ha reconfortado, me ha conmovido, durante estos días de hospital.


Saberse amado es el fundamento de nuestra existencia. Solo llenos de esta locura de amor total puede crecer nuestro amor.

Amar a una persona significa: aceptar no entender todo de ella, estar dispuesto a ser cambiado y, por lo tanto, a sufrir, renunciar a algo por ella.

... si reconoces que solo en Dios puedes amar, debes amar a Dios más que a tu mujer o a tu marido. Si buscas el consuelo de una persona cercana, te estás equivocando porque el consuelo te lo debe dar Dios y después, si Él quiere, te lo dará a través de alguien.

Es la lógica de la cruz: darse sin pedir nada a cambio, llegando al don total de sí mismo. Si no se responde a esta llamada, no se trata de vocación, sino de un simple acompañarse hasta la muerte.

El objetivo más importante de la vida es ser amado. Lo más importante no es lo que hagamos, sino nacer y dejase amar.


Troisi & Paccini, Nacemos para no morir nunca, 2012

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