Seguro que a Palinuro, hombre de mar, le gusta este libro del autor uruguayo Alejandro Paternain que encontró por casualidad Pérez-Reverte y recomendó para su publicación en España después de devorarlo en pocas horas en su hotel: "Su gran logro es trasladar al lector a la cubierta de estas embarcaciones, con todo el trapo arriba, el viento en la jarcia, y en la boca el sabor de la sal y el aroma del peligro [...] digna de figurar junto a los mejores relatos navales de Patrick O'Brian".
Esta novela narra las aventuras del capitán John Blackbourne al mando de la Intrépida, una goleta corsaria artiguista, y del capitán Basilio de Brito del brick portugués Espíritu Santo, en 1819, en el contexto de la invasión portuguesa de las tierras del Río de la Plata. Las dos naves enemigas recorren el literal brasileño y la cacería les lleva, por el Atlántico, hasta las costas lusitanas y mediterráneas.
De la Intrépida, goleta de 12 cañones y 80 hombres, hay que destacar a su capitán Blackbourne, al segundo Kingsbury, al cocinero Bob, al piloto Clarck, al jefe de gavieros Jack Learthy, al contramaestre Jonahtahn Hoove, al oficial Clayton, al timonel Amstrong y, sobre todo, al carpintero irlandés Patrick Donagall.
Del Espíritu Santo, brick de menor armamento y tripulación, hay que destacar a su capitán Basilio de Brito, al segundo Luis Almeida, al capellán Araujo y a los oficiales Jorge Freire da Nóbrega, Manuel Punto y José Miranda.
Pérez-Reverte lo recomienda a aquellos que disfruten del "encanto de las páginas con olor a mar y a pólvora, noches de guardia bajo las estrellas, rumor de velas henchidas por la brisa allí donde empieza la única verdadera libertad del hombre, a cincuenta o cien millas de la costa más cercana, pueden navegar hacia otra clase de novelas, todas perfectamente honorables, y dejarnos tranquilos aquí, entre colegas, con nuestros esqueletos en el cofre del muerto y nuestra botella de ron." Y yo no puedo añadir ni una coma más a esta invitación a la lectura.
Gano con facilidad el viento, sin quitar los ojos del Espíritu Santo, comprendiendo cómo ha de sentirse su capitán. Otra vez mi goleta se escabulle logrando un barlovento que parecía imposible.
Alejandro Paternain, La cacería, 1996
Comentarios
La supuesta relación de Pueblanueva del Conde con el sanatorio de Davos de Hans Castorp me ha dejado atónito por momentos, asombrado. Pero luego no me ha parecido tan descabellado, alguien debería hacer un estudio crítico al respecto. Debería volver a leer Los Gozos.
Efectivamente creo haberte hablado algún día de Pessoa, Torrente y Mann, no sé en que orden. Pero la tríada chirría definitivamente, a Torrente lo sigo apreciando como a una veintena de autores más. Pero los otros dos... es otra historia. Camino de los 45 años, Pessoa, Mann y Montaigne son desde ya hace alguna década mis autores top, mis referencias y sin duda sería otra persona, de eso se trata, si no me hubiera encontrado con ellos.
Literatura sobre literatura.
Tanto acaricié las piedras
Que se hicieron arboleda.
Donde hubo dureza había
Pájaros y verde hierba
Donde antes el polvo, agua:
Donde los silencios, trinos,
Donde tropecé en las piedras
Halló mi voz su camino.
Ángel Crespo
Gran poeta, enterrado en Calaceite. Esta poesía la tienen en la Plaza de los Artistas del pueblo, en homenaje justo a su ciudadano adoptivo. Las piedras de Calaceite.
Gran poeta y precursor, traductor e insigne pessoano, de los primeros y el más importante enamorado y divulgador de Pessoa en España.
Pessoa es una especie de universo mágico, rocambolesco, genial, de infinidad dimensiones superpuestas. Últimamente han editado mucho Pessoa en español, está de moda, pero como las versiones de Crespo, ninguna. ¡Qué importante es que el traductor sea un gran poeta!
Pero también tiene un ensayo muy importante, un hito: La vida plural de Fernando Pessoa, que recomiendo fervientemente a quien le interese el universo Pessoa, el último Sebastianista.
Desde que empecé a navegar fui sometido a un proceso de normalización lingüística en gallego. Hubo barcos que en los cuales era el único no gallego de la tripulación. Y del gallego he pasado al portugués, idioma que entiendo perfectamente. Leo y releo a Pessoa en portugués excepto el heterónimo Álvaro de Campos, de más complejidad que los demás, que sigo con las versiones de Crespo.
Con el paso de los años me siento más lusófilo. Descubrí a Eça de Queiroz, estupendo novelista realista. Poder disfrutar de Os Maia en portugués ha sido una gran experiencia. O primo Basílio también, para mí nada que envidiar a Flaubert.
Veo que por el blog también sale Saramago. Saramago tiene una novela en forma de homenaje a Pessoa que no sé si conoces, O ano da morte de Ricardo Reis.
Lo de Pessoa en el fondo es una especie de revelación mística. La tuvo Tabucchi en la Gare de Lyon de París cuando se encontró por casualidad, en un banco, el poema Tabacaria de un desconocido para él Álvaro de Campos. Fue un relámpago que le cambió la vida. De Tabucchi, Sostiene Pereira.
Literatura sobre literatura,
Quería hablar también de Mann y de Montaigne pero lo dejo para otro día que ya va siendo todo muy pesado.
Solo que sigo pensando, veinte años después, que Mann es técnicamente el mejor escritor que conozco. Perfecto. La emoción de la perfección.
El Mago de Colm Toibin.
De Montaigne, maestro de vida. Sufrió seguramente la segunda caída de caballo más famosa de la historia, después de la de Saulo, pero mucho más interesante.
Dos ensayos a cuál más distinto:
Cómo vivir, una vida con Montaigne, de Sarah Bakewell. Ensayo original de interpretación de Montaigne a lo largo de los siglos.
Y el Montaigne de Zweig, en el umbral del final en Brasil. Homenaje, corto, emocionante, visceral.
Ya seguiremos por aquí. Felicidades por el estupendo blog y por la variedad y cantidad brutal de lecturas. Si al final nos comentas alguna de estas humildes recomendaciones.... pues no sentiremos satisfechos y sinó, también.
Palinuro