Julio Bacarizo tenía casi diecinueve años cuando estalló la guerra civil española. Era el sexto de una familia obrera y trabajaba en un taller en Madrid. Cuando se produjo el golpe de Estado se alistó en las Milicias Ferroviarias para defender el gobierno legítimo de la II República. En 1937 Julio entró en la Escuela de Mecánicos de Aviación de Godella, y seis meses más tarde se unió a las Fuerzas Aéreas de la República Española como mecánico aviador.
Este libro de memorias, narrado con el ritmo trepidante de una novela de aventuras, quiere rendir homenaje a los aviadores, como Julio Bacarizo, que defendieron los cielos de España del ataque fascista durante la guerra civil.
Su voz, su memoria, ya nunca se perderá. Siempre habrá alguien que descubra este libro perdido en algún estante de una polvorienta biblioteca y pueda revivir, consciente de los equívocos de la memoria, aquellos sucesos trágicos que marcaron el alma de aquellos que lucharon. Ellos fueron los perdedores. Pero si hubieran triunfado quizá hubieran cambiado el mundo.
La última noche que pasé allí (en los campos de aviación republicanos) fue maravillosa. Llegó a nuestra base el gran poeta de Orihuela, Miguel Hernández. Nos sentamos en la sala común del edificio militar de la base aérea, que estaba repleta de sillas. No cabía ni un alfiler. [...] Callamos con sumo respesto y admiración. La poesía debe cuidarse en el momento en que se lee o se recita. No puede ser de otra manera. Y, con una voz que jamás podré olvidar, finalizó con unos estremecedores versos:
(...)
donde los ojos se rompen
de tanto ver y no verles,
de tanta lágrima muda
de tanta hermosura ausente.
Breo Tosar, Memorias del aviador republicano Julio Bacarizo, 2020
Comentarios
No tuve el gusto de conocer a Julio Bacarizo, pero con este libro creo que honro su memoria y la de tanta buena gente de bien que sacaron adelante a su familia y dieron un buen ejemplo a sus coetáneos.
Tosar consigue rehumanizarlo ofreciendo un relato delicado y emotivo, relatado a través de la historia personal de su abuelo, un aviador del bando republicano.
Además, también me gusta que sean las vivencias de alguien del escalón de tierra. Hasta ahora he leído las memorias de Tarazona, Bravo, Galland...todos pilotos, pero no conocía ninguna de mecánicos. Y para que haya uno en el cielo, tiene que haber muchos en el suelo.
Así que esa es una parte que no se ha contado, y por eso me parece interesante hacerlo.
Así que recomendaré el libro, y si sacas algún otro sobre estos temas, espero que me avises.