Poet's Abbey (Blog de lecturas)


El sentido del rumor

Así como existe el sentido de la noticia para hacer periodismo, y el sentido del humor para reír las bromas, mi amigo Marc Argemí dice que el "sentido del rumor" es necesario para navegar en redes sociales con la "capacidad crítica que incorpore el hábito de verificar la información (...), de acertar en la elección de las fuentes en las que se confía y de gestionar sin ansiedad el grado de precariedad que inevitablemente tiene el conocimiento que adquirimos de nuestro entorno" (p. 14). 

Existe, pues, una "iatrogenia informativa", en la que las personas, en medio del torbellino de informaciones, está más desinformada, perdida y cabreada que nunca.

En el mundo de la posverdad, de la manipulación mediática y de la caída de las evidencias, hay personas que fabrican malintencionadamente una parte de la verdad para intentar influir a los demás. Aquí nos enfrentamos al problema de la ignorancia, y es dónde se debe educar en una literacidad crítica mediática para acceder al conocimiento.

Lo nuevo no es la falsedad o la imprecisión, sino en el descontrol que introduce el universo digital en el orden establecido. Nadie sabe si, realmente, Julio César dijo "Veni, vidi, vici" en una carta al Senado tras la batalla de Zela, donde derrotó al rey del Ponto. Se ha perdido esa carta. Un siglo después, Apiano, y luego Suetonio, le atribuyeron esa expresión célebre. Y la hemos dado por buena. De igual manera, tampoco nadie sabe si Galileo musitó "eppur si muove" ante el tribunal de la Inquisición, pues se le atribuye por Baretti, también un siglo más tarde. ¿Dijeron César y Galileo aquellas célebres expresiones? Lo que importa es comprender que todo es producto de información manipulado (en el buen -o mal- sentido) y consumido por una audiencia.


 ¿Cómo defenderse ante rumores falsos, sean o no malintencionados? ¡La respuesta está en defenderse de uno mismo! Hay que ser modesto en los juicios y consciente de los límites. El problema es la incompetencia por desvelar las falsedades, el conocimiento para poner bajo tela de juicio las informaciones y discursos, y el espíritu crítico para juzgar el propio esquema mental, o marco de referencia, ante la interpretación de los hechos.



...lo que ha cambiado, lo verdaderamente novedoso, no es que se difundan falsedades a gran escala, lo que ha cambiado es que ocurre sin control. (p. 115)

La tradicional distinción entre los hechos, sagrados, y las opiniones, libres, es un esquema de interpretación insuficiente ante el fenómeno de las redes sociales... (...) nuestra percepción de la realidad se construye con productos que, con frecuencia, no responden al proceso de fabricación de las noticias. (p. 130)


No existe una única interpretación de la realidad, ni tantas realidades como individuos que la perciben. (p. 141)

Antes de considerarlos manipulados por fuerzas oscuras, quizá convendría plantearse por qué motivo esos mensajes encontraron eco en tantas personas. (p. 162)


Marc Argemí, El sentido del rumor, 2017



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