Fue un placer presentar, el pasado jueves, en la librería Troa de Barcelona, al poeta Jesús Montiel, al que me atrevo a llamar "el Bobin español".
De su mano entré en la puerta entornada de la obra del escritor francés, traducida por él mismo.
Así como en Sucederá la flor (el mejor libro de Troa según la librera), el poeta español nos habla de la leucemia del hijo de dos años, en Resucitar, Christian Bobin nos remite al Alzheimer y la muerte del padre.
El dolor sin sentido es el infierno. En estas dos obras, sin embargo, el dolor tiene un sentido. Ambos escritores plasman la confianza serena en otra vida que ya se empieza a degustar en esta. La protagonista no es la muerte, sino su derrota. Y todas las palabras rezuman celebración, encantamiento, gratitud.
Una inteligencia sin bondad es como un traje de seda vistiendo un cadáver.
La vida es de una brevedad inquietante y perdemos mucho tiempo enterrándola con el pretexto de no enfadar a alguna gente cuya estima, en el fondo, no nos importa.
Christian Bobin, Resucitar, 2001
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