Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Resurrección

 


La última novela de Lev Tolstoi es una joya literaria, como Guerra y paz, Ana Karenina, Después del baile o La muerte de Ivan Illich. Confieso que soy mejor lector de Tolstoi que de Dostoievski. Sus obras me interpelan más. Soy más zorra que erizo, como diría Isaiah Berlin.

Esta obra no es sólo una crítica a la injusticia de las leyes humanas y a la hipocresía de un cristianismo ortodoxo alejado de la realidad, sino, sobre todo, un canto a la esperanza en el perdón y a la redención, a aquello divino que nos hace humanos.

La novela empieza con la seducción romántica de Nejliudov, un joven príncipe ocioso e inmaduro, y el embarazo de la humilde e inocente Katiusha, que de pronto se ve arrojada al mundo sórdido de la prostitución. Años más tarde, los dos antiguos amantes se reencuentran en un juicio por robo y asesinato. Y el antiguo seductor, conmovido por las consecuencias de sus acciones inmorales, decide redimirla y redimirse a través del perdón.



Estaban alegres las plantas, los pájaros, los insectos y los niños. Pero los hombres -los hombres hechos y derechos- no cesaban de engañarse ni de atormentarse, ni de engañar y atormentar a los demás. Consideraban que lo sagrado e importante no era aquella mañana de primavera ni aquella belleza terrenal concedida para dicha de todos los seres vivientes -aquella belleza que predisponía a la paz, a la armonía y al amor-, sino lo que ellos habían inventado para dominarse unos a otros.


Desde aquella noche empezó para Nejliudov una vida completamente nueva, y no tanto porque entrara en unas nuevas condiciones, sino porque todo cuanto le había ocurrido hasta entonces tenía para él un significado distinto.


Lev Tolstoi, Resurrección, 1899

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