El escritor Albert Camus tenía sólo veintidós años cuando escribió El revés y el derecho. Su ópera prima es una colección de ensayos sobre sus viajes europeos y también sobre su tierra natal, llena de pobreza y luz.
Destacan, en estas páginas, el encuentro sensual del joven con el mundo que se abre incierto y magnífico. Y advierte que todo artista tiene dos peligros: el resentimiento y la satisfacción.
El autor critica con lucidez la sociedad alienada, huérfana de valores morales, para profundizar en las cualidades de la condición humana, que se fundamentan en la dignidad del ser humano para combatir la injusticia, la fraternidad y la resistencia.
ENTRE SÍ Y NO: Si es verdad que los únicos paraísos son aquellos que hemos perdido, sé como llamar esta cosa tierna e inhumana que habita dentro de mí. (...) No quiero estar pendiente de la felicidad. Es mucho más simple y más fácil. (...) Y, si en aquel momento me daba al amor, por fin era yo mismo, porque sólo el amor vuelve a nosotros mismos.
A CONTRACORRIENTE: Si un país no me inquieta quiere decir que no me aporta nada.
Albert Camus, El revés y el derecho, 1937
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