
Consumido por una borrachera a veces memorable, el pordiosero emprende un largo camino a la iglesia, que es siempre interrumpido. En este camino busca la verdad es consciente de que in vino veritas, como decían los antiguos.
Denos Dios a todos nosotros, bebedores, tan liviana y hermosa muerte.
Joseph Roth, La leyenda del Santo Bebedor, 1939.
Vincent Van Gogh, Naturaleza muerta con absenta.
Comentarios
Enric