El libro
que catapultó a la fama a Arturo Pérez-Reverte atrapa al lector desde el primer párrafo con una trama interesante y ofrece varios niveles de lectura.
La novela está trufada de citas y alusiones a otros libros.
Como sugiere el título, se pueden encontrar referencias a Alejandro Dumas y también hay algunos guiños literarios a Herman Melville o a Conan Doyle.
"Cada uno posee los gestos de lo que ha vivido y lo que ha leído", afirma el protagonista. ¿Qué pasará, no obstante, si uno se conforma con ir tirando y al final se da cuenta de que su vida no es vida? ¿Qué ocurrirá si, además, esa persona ni siquiera lee? ¿Qué gestos puede tener alguien que ni vive ni lee?
Escuche, Corso: ya no hay lectores inocentes. Ante un texto, cada uno aplica su propia perversidad. Un lector es lo que antes ha leído, más el cine y la televisión que ha visto. A la información que le proporcione el autor, siempre añadirá la suya propia. Y ahí está el peligro... (p. 265)
Mas todos tenemos un guiño de complicidad al referirnos a ciertos autores y libros mágicos, que nos hicieron descubrir la literatura sin atarnos a dogmas ni enseñarnos lecciones equivocadas. Ésa es nuestra auténtica patria común: relatos fieles no a lo que los hombres ven, sino a lo que los hombres sueñan. (p. 257).
Arturo Pérez-Reverte, El club Dumas, 1993

La novela está trufada de citas y alusiones a otros libros.
Como sugiere el título, se pueden encontrar referencias a Alejandro Dumas y también hay algunos guiños literarios a Herman Melville o a Conan Doyle.
"Cada uno posee los gestos de lo que ha vivido y lo que ha leído", afirma el protagonista. ¿Qué pasará, no obstante, si uno se conforma con ir tirando y al final se da cuenta de que su vida no es vida? ¿Qué ocurrirá si, además, esa persona ni siquiera lee? ¿Qué gestos puede tener alguien que ni vive ni lee?
Escuche, Corso: ya no hay lectores inocentes. Ante un texto, cada uno aplica su propia perversidad. Un lector es lo que antes ha leído, más el cine y la televisión que ha visto. A la información que le proporcione el autor, siempre añadirá la suya propia. Y ahí está el peligro... (p. 265)
Mas todos tenemos un guiño de complicidad al referirnos a ciertos autores y libros mágicos, que nos hicieron descubrir la literatura sin atarnos a dogmas ni enseñarnos lecciones equivocadas. Ésa es nuestra auténtica patria común: relatos fieles no a lo que los hombres ven, sino a lo que los hombres sueñan. (p. 257).
Arturo Pérez-Reverte, El club Dumas, 1993
Comentarios
Me encanta tu metáfora de los libros como maletas, que subrayé en tu ensayo Leer o no leer.
Un abrazo!