El viejo poeta asturiano habla de la redención que encuentra en el amor. Sólo así puede ser su mirada limpia, su gesto valiente, su pensamiento inteligente. Sin amor, nada valemos, nada somos, nada importa ya. Ángel González escribe una poesía viva, que vale la pena. Y se atreve con el tema más difícil que existe, porque es el mayor misterio, el amor, que va de la mano de la muerte.
La antología que hoy recomendamos, A todo amor, puede ser un buen comienzo para conocer a este poeta español contemporáneo que murió hace sólo cinco años, y que nos ha dejado unos versos ya inmortales. Espero que os guste este primer poema del libro.
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
Ángel González, A todo amor, 1988
Comentarios
Muy bueno el blog
Saludos