Pérez-Reverte no sólo narra un romance entre un ladrón de guante blanco y una mujer liberal y rica, sino presenta una historia sobre el paso del tiempo y el amor. ¿Cómo mirar a aquella anciana de ojos azules que hace tantos años fue tu bellísima amante?
La novela entrelaza tres momentos históricos: el ambiente sórdido de los bares de tango del Buenos Aires de los años viente, el mundo del espionaje en la Niza de los treinta por la guerra civil, y las intrigas entorno un trofeo de ajedrez internacional en el Sorrento de los sesenta. A Pérez-Reverte le gusta elegir unos escenarios y no otros porque, cuando viaja, se imagina estas historias.
Pero lo relevante en esta novela no es el espacio, sino el tiempo, el tiempo que se escurre como agua entre los dedos de dos personas, cegadas por la pasión, que no se atreven a amar y que viven en una soledad eterna.
-Una mujer nunca es sólo una mujer, querido Max. Es también, y sobre todo, los hombres que tuvo, que tiene y que podría tener. Ninguna se explica sin ellos... Y quien accede a ese registro posee la clave de la caja fuerte. El resorte de sus secretos. (p. 19)
Arturo Pérez-Reverte, El tango de la guardia vieja, 2012
La novela entrelaza tres momentos históricos: el ambiente sórdido de los bares de tango del Buenos Aires de los años viente, el mundo del espionaje en la Niza de los treinta por la guerra civil, y las intrigas entorno un trofeo de ajedrez internacional en el Sorrento de los sesenta. A Pérez-Reverte le gusta elegir unos escenarios y no otros porque, cuando viaja, se imagina estas historias.
Pero lo relevante en esta novela no es el espacio, sino el tiempo, el tiempo que se escurre como agua entre los dedos de dos personas, cegadas por la pasión, que no se atreven a amar y que viven en una soledad eterna.
-Una mujer nunca es sólo una mujer, querido Max. Es también, y sobre todo, los hombres que tuvo, que tiene y que podría tener. Ninguna se explica sin ellos... Y quien accede a ese registro posee la clave de la caja fuerte. El resorte de sus secretos. (p. 19)
Arturo Pérez-Reverte, El tango de la guardia vieja, 2012
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