Poet's Abbey (Blog de lecturas)


La hija del mar

Bautizaron al bebé abandonado en la capilla del Hospital Real de los Reyes Católicos, en el frío mes de febrero de 1837, a las pocas horas de nacer. El presbítero, cuándo, al cumplir con su obligación, le mojaba la frente con agua y le bendecía, no podía saber que aquella hija ilegítima de un sacerdote y de una mujer con pocos recursos llegaría a ser la gran escritora gallega del siglo XIX. Así fue la llegada al mundo de Rosalía de Castro.

En su primera novela, La hija del mar, narra la trágica historia de dos mujeres pobres, desamparadas y locas de amor. La fuerza romántica de su narración no nos deja indiferentes. Y al final uno se pregunta si hemos cambiado.


¡Oh!¡Señor de justicia! ¡Brazo del débil y del pobre! ¿Por qué no te alzas contra el rico y el poderoso que así oprimen a la mujer, que la cargan de grillos mucho más pesados que los de los calabozos, y que ni aun la dejan quejarse de su desgracia? Infelices criaturas, seres desheredados que moráis en las desoladas montañas de mi país, mujeres hermosas y desdichadas que no conocéis más vida que la servidumbre, abandonad vuestras cumbres queridas en donde se conservan perennes los usos del feudalismo, huid de esos groseros tiranos y venid aquí en donde la mujer no es menos esclava, pero en donde se le concede siquiera el derecho del pudor y las lágrimas. (p. 73)

Rosalía de Castro, La hija del mar, 1854


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