Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Africanus: el hijo del cónsul

Mis pies calzados con caligae, esas sandalias romanas, se ensuciaban de polvo del camino de la Hispania de Asdrúbal, mis manos sudaban llevando el gladio y el escudo a una batalla abierta, y mis ojos se cerraban por el sol, el sudor y el cansancio acumulado después de tantas batallas contra el enemigo cartaginés, el poderoso Aníbal, que hacía temblar, con su sola presencia, los muros de Roma.

Es un inmenso placer, para los amantes de la Historia Antigua, meterse en la piel de los legionarios y revivir esas grandes proezas en la Roma de los cónsules y senadores. He disfrutado con la primera representación de una comedia de Plauto, el dramaturgo pobre que alcanzó la gloria con sus obras. He luchado en mil batallas con las legiones, me he curtido en los campos italianos, y he sufrido la humillante derrota de Cannae, que todavía hoy se estudia en las academias como ejemplo de estrategia militar. 

La trilogía de Posteguillo es muy recomendable para los amantes de la historia antigua:


El miedo, Marco, recuérdalo, administrado sabiamente es la mejor de las armas, especialmente para manipular a un pueblo inculto e influenciable.

Santiago Posteguillo, Africanus: el hijo del cónsul, 2008

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