Hemos pasado de tener una economía de mercado a ser una economía de mercado. Antes era absolutamente impensable poner precio a ciertas prácticas humanas, como por ejemplo, hacer cola, donar sangre o firmar un autógrafo.
Sin embargo, el capitalismo salvaje ha impuesto unas perversas reglas en las que todo, absolutamente, todo, tiene un precio y se puede comprar. Pero hay algo que el dinero no puede, no debe, comprar.
Si, por ejemplo, yo no tengo pensado ir a votar en las elecciones generales, ¿puedo vender mi voto y votar al partido que tú me digas, si me das un billete de 10 euros?
La democracia requiere que todos los ciudadanos compartan una vida común, pero ahora es imposible si en el estadio (en el aeropuerto, en el colegio, en el hospital...) hay espacios reservados para "ricos", lo que Sandel llama una "skyboxification" de la sociedad que va en detrimento de la democracia.
La cuestión de la economía de mercado es, realmente, una cuestión de cómo queremos vivir juntos como sociedad (p. 203). ¿Queremos una sociedad donde todo está en venta? ¿O hay ciertos bienes morales y cívicos que los mercados no se apropian, ni el dinero puede comprar?
When I went to see the Minnesota Twins play in the mid-1960s, the difference in price between the most expensive seats and the cheapest ones was $2. In fact, for most of the twentieth century, ballparks were places where corporates executives sat side by side with blue-collar workers, where everyone waited in the same lines to buy hot dogs or beer, and where rich and poor alike got wet if it rained. In the last decades, however, this has changed. The advent of skybox suites high above the field of play has separated the affluent and the privileged from the common folk in the stands below. (p. 173)
Michael J. Sandel, What money can't buy. The moral limits of markets, 2012
Sin embargo, el capitalismo salvaje ha impuesto unas perversas reglas en las que todo, absolutamente, todo, tiene un precio y se puede comprar. Pero hay algo que el dinero no puede, no debe, comprar.
Si, por ejemplo, yo no tengo pensado ir a votar en las elecciones generales, ¿puedo vender mi voto y votar al partido que tú me digas, si me das un billete de 10 euros?
La democracia requiere que todos los ciudadanos compartan una vida común, pero ahora es imposible si en el estadio (en el aeropuerto, en el colegio, en el hospital...) hay espacios reservados para "ricos", lo que Sandel llama una "skyboxification" de la sociedad que va en detrimento de la democracia.
La cuestión de la economía de mercado es, realmente, una cuestión de cómo queremos vivir juntos como sociedad (p. 203). ¿Queremos una sociedad donde todo está en venta? ¿O hay ciertos bienes morales y cívicos que los mercados no se apropian, ni el dinero puede comprar?
When I went to see the Minnesota Twins play in the mid-1960s, the difference in price between the most expensive seats and the cheapest ones was $2. In fact, for most of the twentieth century, ballparks were places where corporates executives sat side by side with blue-collar workers, where everyone waited in the same lines to buy hot dogs or beer, and where rich and poor alike got wet if it rained. In the last decades, however, this has changed. The advent of skybox suites high above the field of play has separated the affluent and the privileged from the common folk in the stands below. (p. 173)
Michael J. Sandel, What money can't buy. The moral limits of markets, 2012
Comentarios