Es un libro que huele a humo de chimenea, a cocina de leña y a pino. Sus páginas ofrecen un entramado de cuentos en la atmósfera rural de los valles y ríos de Obaba, un imaginario pueblo del País Vasco.
Esta obra literaria de Bernardo Atxaga, escrita en euskera (traducida al castellano por el propio autor) funde realidad y fantasía en un paisaje montañoso y casi mítico.
Cumpliendo con la creencia de que también hay que decir adiós a los lugares, le pedí a Daniel que me acompañara y di un último paseo largo antes de dejar Villamediana para siempre. Deseaba que aquellos lugares quedaran en mi memoria y me pudieran servir, más adelante, para poder recordar mejor todos los momentos que viví en ellos.
Bernardo Atxaga, Obabakoak, 1988
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