
Ahí, entre montones de libros viejos estaba la primera edición en español de Un día en la vida de Iván Denisovih, publicada en 1970, justo después de que Alexandr Solscheninzyn ganara el Premio Nobel de Literatura. En la primera página estaba escrito a mano el nombre de mi padre y la fecha, tan lejana en el tiempo, en que leyó la obra, cuando él tenía sólo veintiún años y empezaba a navegar como marino mercante.
Esta novela inmortal del genio ruso es un testimonio de valor incalculable ante la miseria, el sufrimiento y la injusticia de los desterrados en la Siberia comunista. A pesar de todo, la condición de hombre libre, la dignidad, no se pierde en el alegato de aquello que nos hace humanos frente al horror del totalitarismo.
¿Entenderá alguna vez aquel que está sentado en un lugar caliente al que se hiela de frío?
Alexandr Solscheninzyn, Un día en la vida de Iván Denisovih, 1970
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