"Los tenderos parecían profesores; los barrenderos, músicos de jazz. No había existido nunca una ciudad más racionalmente ordenada". Amsterdam aparece como un personaje más en esta novela de McEwan. Se nos dice que es una ciudad que huele a "cigarro y ketchup". Allí se despiden el músico Clive Linley y el periodista Vernon Halliday.
A partir de una fotografía comprometida del político con Molly, los dos amigos se enfrentarán ante el dilema de publicarla o no, y sobre todo al sentido de la vida y la urgencia de la eutanasia en un mundo sin sentido.
-Hay cosas más importantes que las sinfonías. Las personas, sin ir más lejos.
-Y, ¿no son esas personas tan importantes como las tiradas de los periódicos, Vernon?
Ian McEwan, Amsterdam, 1998
Ambos amigos se encuentran en el funeral de Molly, una mujer que fue amante de ambos. En la ceremonia civil de la muerte está también George, el marido rancio, y un tercer amante, un político conservador llamado Garmony.
A partir de una fotografía comprometida del político con Molly, los dos amigos se enfrentarán ante el dilema de publicarla o no, y sobre todo al sentido de la vida y la urgencia de la eutanasia en un mundo sin sentido.
El trasfondo de la novela incluye elementos relacionados con la ética médica, el periodismo y la política, creando un escenario complejo que pone a prueba las convicciones y acciones de los personajes principales.
La narrativa de McEwan destaca por su prosa elegante y por su habilidad para explorar las complejidades de la naturaleza humana. La novela ofrece una reflexión sobre las consecuencias de nuestras decisiones y cómo estas decisiones pueden tener un impacto duradero en nuestras vidas y en las vidas de los demás.
-Hay cosas más importantes que las sinfonías. Las personas, sin ir más lejos.
-Y, ¿no son esas personas tan importantes como las tiradas de los periódicos, Vernon?
Ian McEwan, Amsterdam, 1998
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