Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Capitanes intrépidos


Veo a un niño leyendo, en el patio, Capitanes intrépidos de Kipling. ¡Qué gozo ser testigo del milagro de la educación! A más de uno le enrolaba yo en la goleta We're here, por otra parte...

Harvey es un niño rico, malcriado y consentido, que cae por la borda en el viaje de EEUU a Inglaterra. Una barca de pescadores le rescata y le lleva a la goleta We're here, que capitanea el viejo lobo de mar Disko Troop. 

Rescatado de la muerte y enrolado en esa goleta se ve obligado a pasar tres meses hasta llegar a puerto. Debe aprender a trabajar sin rechistar, a esforzarse, a obedecer, y a ser valiente. 

La escuela de vida que es la goleta We're here sirve al pobre Harvey a ser humilde, trabajador, honrado, fuerte, maduro.

El capitán Disko Troop le educa de manera que Harvey aprende a leer el mundo del mundo, y cuando llega a su destino, ya no es el mismo. Sí, le da una bofetada nada más llegar, pero bien merecida (aunque esto no sea hoy políticamente correcto). Deja de ser el niño mimado que era, para ser un chico, un hombre, de verdad.


¿Que no tengo nada? Mi padre me enseñó a cantar al sol y a las estrellas, me regaló este instrumento con el que hacer música, me enseñó a pensar y me dio brazos y piernas fuertes, y además tenía dieciséis hijos más. ¿Qué sabrás tú, pescadito?

Rudyard Kipling, Capitanes intrépidos, 1896

Comentarios