"El conocimiento, más que un medio para saber, es un instrumento para convivir", empieza la introducción de este ensayo de Daniel Innerarity. En la sociedad del (des)conocimiento y de la (des)información, es fundamental la creatividad entendida como "la capacidad de modificar nuestras expectativas cuando la realidad las desmiente en lugar de insistir en decirle a la realidad lo que ésta debería ser".
Lo urgente es educar en un criterio para separar el trigo de la paja.
En una sociedad del conocimiento los problemas no proceden generalmente de la falta de información, sino de la falta de criterio a la hora de buscar información. (p. 26)
La sociedad del conocimiento se puede caracterizar precisamente como una sociedad que ha de aprender a gestionar ese desconocimiento. (p. 65)
La pericia nos convierte en autómatas que reaccionan con la misma respuesta ante los estímulos; la formación nos hace modificar las preguntas. (p. 194)
Daniel Innerarity, La democracia del conocimiento, 2011
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