Poet's Abbey (Blog de lecturas)


Posverdad

 


En un mundo líquido, sentimental, posmoderno, los hechos alternativos suplantan los hechos genuinos y las emociones tienen más peso que las razones. Uno de los problemas de esta era, hija del relativismo de los sofistas, es que se diluye la diferencia entre hechos y opiniones, pues el criterio de verdad está en jaque. ¡Parece que los sentimientos importan más que los hechos!

Es el reino de la posverdad, una distorsión deliberada de una realidad para manipular las creencias y emociones con el fin de influir en las personas.

Por eso, considero tan importante la literacidad crítica para leer el mundo con sentido filosófico y transformarlo desde un encuentro verdadero. Sus dimensiones (disrupción de lo común, exploración de múltiples perspectivas, problemas sociales y acción comprometida) nos ayudan a orientarnos como método, pero no son prescriptivas e incluso pueden conducir a error.

A menudo se entiende mal la dimensión de la literacidad crítica de explorar diferentes perspectivas sobre un mismo hecho, como ocurre con los falsos debates. Por ejemplo, debatir sobre un asunto como el cambio climático o las vacunas desde dos narrativas opuestas hace surgir la duda en el espectador y posicionarse quizá del lado de los negacionistas científicos o los antivacunas, cuando los hechos son irrefutables. Esto se conoce como "falsa equivalencia".


Falsa equivalencia: sugerir que dos puntos de vista tienen igual valor, cuando es obvio que uno de ellos está más cerca de la verdad que el otro.


Hace falta tener la predisposición de salir de nuestra propia perspectiva para aceptar la verdad de los hechos, y no dejar que nuestras creencias sobre asuntos polémicos se vean determinadas por nuestros sesgos cognitivos y esquemas mentales.

"En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en una acto revolucionario". Con este epígrafe de Orwell se abre este ensayo del profesor de ética de Harvard Lee McIntyre

Es necesaria, pues, una lucha contra la posverdad: buscar las evidencias de los hechos y no caer en el relativismo y sentimentalismo de los falsos debates, porque nos alejan de la realidad.



Todos estamos en deuda con nuestras fuentes de información. Pero somos especialmente vulnerables cuando nos dicen exactamente lo que queremos oír. 


La meta de la objetividad no es otorgar un tiempo equitativo entre la verdad y la falsedad: es facilitar el desarrollo de la verdad.


El posmodernismo es el padrino de la posverdad.


La posverdad no tiene que ver con la realidad: tiene que ver con cómo los humanos reaccionamos ante la realidad.


Lee McIntyre, Posverdad, 2018

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