Poet's Abbey (Blog de lecturas)


La escuela no es un parque de atracciones

 


El maestro Gregorio Luri presenta en este libro una firme defensa del conocimiento poderoso en las escuelas de nuestra decadente sociedad occidental. De acuerdo con el autor, "la prueba irrefutable de la decadencia de Occidente son las rodillas impolutas de los niños".

En un mundo regido por la tiranía de las emociones y la esclavitud de las pantallas, es urgente una escuela que reivindique el conocimiento como vía hacia el pensamiento reflexivo y la transformación social.

Luri apuesta por una escuela "de la excelencia, no de la ocurrencia", convencido de que la verdadera misión de la educación es ayudar a cada alumno a convertirse en una mejor persona y a comprender más profundamente el mundo. Es decir, a adquirir más conocimiento y dotarlo de sentido. La escuela, en este enfoque, debe actuar como un puente entre el niño y la cultura.

Esta idea no es nueva. Ya en el siglo I, el hispano-romano Quintiliano rechazaba los castigos violentos en la enseñanza y sostenía que el objetivo de la educación era permitir que los alumnos encontraran por sí mismos las respuestas.

Para ello, es imprescindible distinguir entre lo emotivo y lo racional. Como afirmaba Nietzsche, la función de la educación es liberarnos de la vulgaridad. No lo olvidemos.


...un poyo de piedra a la sombra de un árbol puede ser una magnífica escuela si dispone de un maestro competente para transmitir un saber y de unos alumnos deseosos de aprender.


La indignación es una emoción fácil de crear en el niño y aún más fácil de manipular.


Es una considerable pérdida de tiempo andar enfrentando métodos conservadores y progresistas en lugar de diferenciar entre buenos y malos métodos, pero entiendo que estos gurús que cobran cantidades indecentes de dinero por conferencias en las que se prometen ante muchos necesitados de fe lo que no pueden darles, todo el tinglado comercial se les vendría abajo si eliminamos el maniqueísmo entre escuela innovadora y escuela viejuna.


Gregorio Luri, La escuela no es un parque de atracciones, 2020

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