Poet's Abbey (Blog de lecturas)


El contrato social

 


¿Se puede forzar a alguien a ser libre? El ciudadano ha nacido libre, pero solo lo es para tomar las decisiones que el Estado le dice que ha de tomar. "El hombre ha nacido libre y en todas partes se halla encadenado. Hay quien se cree el amo de los demás aunque sea más esclavo que ellos."

Rousseau defiende que "cualquiera que rehúse obedecer a la voluntad general será obligado a ello por todo el cuerpo; lo cual no significa otra cosa sino que se le obligará a ser libre". La persona que piensa por sí misma y es disidente de la voluntad general será reeducada y forzada a comulgar con el resto, según el capítulo 7 de El contrato social. ¿No es un totalitario que obliga a ser "libre" al disidente, como hacen los dictadores?

El orden político, para el filósofo francés, se basa en la voluntad general del pueblo: "Yo digo, pues, que la soberanía no es otra cosa que la voluntad general". De ahí que rechace la monarquía, pero que sea precursor de sistemas totalitarios. La voluntad general no es la suma de voluntades individuales, sino una idea casi mística que representa la voluntad única de toda la comunidad, que exige "la rendición de cada individuo con todos sus derechos a toda la comunidad", pues "hay que enseñar a otros a reconocer lo que quieren". Esto implica un monstruoso paternalismo, un desprecio al pueblo llano, una especie de autoritarismo velado.

Afirma que el hombre es bueno por naturaleza. Pero el mito del buen salvaje se desmonta solo, pues crea un ser irresponsable e incapaz de asumir las consecuencias de sus acciones. 

Si el hombre en su estado natural es incapaz de la contemplación, la meta es la ignorancia que implica despreciar lo abstracto e intelectual. El individuo formado por Rousseau no será un hombre libre, capaz de tomar sus propias decisiones y tener su propio criterio, sino será un ciudadano autómata "libremente" sometido al poder de la "voluntad general" (o Estado).

La idea de "voluntad general" necesita la creación de un nuevo ciudadano. En el Emilio expone esta corriente pedagógica antiintelectual y, por cierto, muy machista, que pone las niñas a coser y reniega de educar los hábitos. El objetivo es construir una nueva sociedad, y para eso hay que crear un hombre nuevo. En su programa, somete al niño a la "voluntad general" a través de la educación, es decir, lo considera como un ciudadano ajeno a la herencia del pasado y capaz de hacer de la "voluntad general" su propia voluntad.

La única solución era regresar al estado de naturaleza que precedió a la civilización, cuando el hombre aún no se había corrompido socialmente y no existía la propiedad privada.

Rousseau visitó a Diderot en Vincennes, donde estaba encarcelado por haber publicado un panfleto ateo y materialista, la Carta sobre los ciegos. Luego se dirigió a la Bastilla y leyó que la Academia de Dijon había convocado un concurso sobre el progreso científico y artístico y la moralidad humana. Rousseau obtuvo el premio con su Discurso sobre las ciencias y las artes, donde sostenía que el progreso material no había producido progreso moral. A partir de ahí, empezó su fama.

Pero como persona, debía ser bastante despreciable, porque abandonó a todos sus hijos y rompió varias amistades, como Diderot, por su carácter soberbio. Voltaire lo despreciaba, e Isaiah Berlin lo consideraba como "uno de los más siniestros y más formidables enemigos de la libertad en toda la historia del pensamiento moderno".


¿Cómo una multitud ciega, que con frecuencia no sabe lo que quiere porque raramente sabe lo que es bueno para ella, ejecutaría por sí misma una empresa tan grande, tan difícil como un sistema de legislación? La voluntad es siempre recta pero el juicio qe la guía no siempre es esclarecido. Hay que hacerle ver los objetos tal cual son... Todos tienen igualmente necesidad de guías: hay que obligar a unosconformar sus voluntades a su razón; hay que enseñar a otros a reconocer lo que quieren.


Rosseau, El contrato social, 1762

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