Es campesino de las tierras solitarias hasta la médula y agricultor de pies a cabeza. Un resucitado de tiempos remotos que señala hacia el futuro, un hombre de los primeros tiempos de la agricultura, un labriego de novecientos años, y pese a ello, el hombre del día.
Knut Hamsun, La bendición de la tierra, 1917
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