"Antes de que la revolución tenga lugar, se percibe como imposible; una vez que acontece, es vista como si hubiera sido inevitable", dijo la revolucionaria polaco-alemana, de origen judío, Rosa Luxemburgo, que murió asesinada vilmente en Berlín en 1919 por sus ideas marxistas y críticas.
Ella nos dejó no sólo unos brillantes textos filosóficos y políticos que vale mucho la pena leer y meditar, sino sobre todo el testimonio de una mujer valiente e íntegra, que, pese a las durísimas circunstancias que le tocó vivir, jamás se amedrentó y defendió sus convicciones hasta el final.
En las cartas que escribió en la prisión encontramos una de las mejores definiciones sobre la libertad:
La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de otro modo.
Rosa Luxemburgo, Cartas de la prisión, 1917
Comentarios