La saga de los Buddenbrook, de Thomas Mann, representa la parábola de la burguesía decimonónica en Europa a través de la decandencia de unos burgueses alemanes.
Antonie regala a su hermano, el cónsul Thomas, los retratos de los cuatro dueños de la casa familiar con una máxima: "emprende los negocios que te permitan dormir de noche". Thomas siente una fuerte desazón al leer estas palabras y se sume en un silencio, pues sus actividades económicas comprometen su integridad moral.
Cabe preguntarse si, hoy en día, aquellos que se han enriquecido de forma poco honorable sienten vergüenza o se acuestan satisfechos por los números de su cuenta bancaria.
Y, por encima de todo aquello, en unas altas letras góticas que imitaban la caligrafía de quien la había legado a las generaciones venideras, se leía aquella célebre máxima: "Hijo mío, atiende con placer tus negocios durante el día, pero emprende sólo los que te permitan dormir tranquilo durante la noche."
Thomas Mann, Los Buddenbrook, 1901
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