Poet's Abbey (Blog de lecturas)


La hija del Espantapájaros

 


Esta novela de la autora sueca María Gripe cuenta la historia de Loella, una niña que vive sola en el bosque con sus dos hermanitos pequeños en la Suecia rural del siglo pasado. Ella se enfrenta a la soledad y la responsabilidad de cuidar a sus hermanos. Un día, encuentra a un espantapájaros en el campo y, a través de su imaginación, convierte a este personaje en su amigo y confidente.

María Gripe utiliza un lenguaje sencillo y poético. Esta obra ha sido aclamada por su sensibilidad y profundidad al abordar temas complejos (como la soledad, la filiación, la libertad...) desde la perspectiva de una niña.

El fragmento en que ella se escapa del orfanato de noche para ir a buscar a su padre en el puerto, entre la bruma y los barcos, es conmovedor. Porque todos tenemos una verdadera necesidad de encontrarnos con el abrazo de nuestro Padre, al que hace tiempo que no vemos, en la noche del alma.


En la ciudad nada era claro y simple. Se andaba como sobre una cuerda floja, entre la risa y las lágrimas, sintiéndose feliz o desgraciado sin motivo. En el campo la gente sabía por qué reía o lloraba. [...] Pasaban unos junto a otros sin mirarse siquiera. Nunca podría acostumbrarse a eso. Era el aspecto más desagradable de la vida en la ciudad. Hubiera preferido mil veces que le gritaran Malos Pelos, a que no le hicieran el menor caso. (p. 145)


En la cubierta de los barcos se veían oscuras siluetas que difícilmente se distinguían. Él sí la vería, suponiendo que estuviera en uno de los barcos. Pero nadie desembarcaba. Nadie iba a su encuentro ni le hacía un gesto. Iban y venían o simplemente se apoyaban en la borda, pero nadie se fijaba en ella. Nadie la conocía. [...] Si papá llegase, tendría que cogerla en brazos, de tan cansada como se sentía. Como si de pronto se hubiera convertido en una persona muy delicada, incapaz de hacer nada por sí misma. (p. 159)


María Gripe, La hija del Espantapájaros, 1963

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