La Vegetariana es una novela bastante perturbadora. Han Kang, la autora de La clase de griego, narra la historia de una mujer casada que decide dejar de comer carne. Lo que podría parecer un gesto cotidiano se transforma en un acto revolucionario y destructivo.
Yeong-hye, hasta entonces una esposa sumisa y ordinaria de Corea del Sur, ve trastocada su vida cuando unas pesadillas sangrientas la impulsan a adoptar una dieta vegetariana, gesto que desconcierta a su marido y marca el inicio de una serie de actos subversivos que la llevan a buscar una existencia más pura.
Su transformación, que desafía las normas de una sociedad patriarcal y capitalista, desencadena tensiones familiares y sociales mientras su cuerpo adquiere un poder simbólico que desestabiliza todo a su alrededor.
Vemos su transformación a través de quienes la manipulan, juzgan o desean, lo que expone las dinámicas de poder que la rodean. Especialmente impactante es cómo distintos personajes proyectan en ella sus fantasías o frustraciones, negándole siempre su propia voz.
La novela se articula en tres partes que revelan, desde distintas miradas, la progresiva desintegración de Yeong-hye y el impacto de su decisión de dejar de comer carne: primero, su esposo narra con frialdad y machismo cómo percibe a Yeong-hye como un ser anómalo, normalizando la violencia y mostrando los sueños traumáticos que anticipan su deterioro; luego, el cuñado ofrece una perspectiva más poética, pero inquietante, en la que su fascinación erótica y objetualizante culmina en la transformación simbólica del cuerpo de Yeong-hye a través de manchas florales que cuestionan si el arte contemporáneo libera o explota; finalmente, la hermana In-hye aporta la voz más humana al enfrentarse a la culpa, el cuidado y su papel reprimido en la familia, mientras observa a una Yeong-hye ya desconectada de la realidad, lo que abre reflexiones sobre la salud mental, el sacrificio y los límites de salvar a quien ya ha elegido escapar.
Ambientada en Corea del Sur, La vegetariana narra, de forma ambigua, una metamorfosis como un acto de resistencia frente a la violencia y la intolerancia. Nos invita a confrontar preguntas sobre el cuerpo, la libertad, la violencia normalizada y la fragilidad de la salud mental. Es también una reflexión sobre cómo la sociedad destruye lo que no se ajusta a la norma.
Han Kang, La vegetariana, 2007
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