La indecisión es terrible para la soledad y desamparo del hombre moderno. "La angustia es la conciencia de la posibilidad", decía Kierkegaard. Sus obras filosóficas, de algún modo, critican duramente a una iglesia hipócrita y moralista, vacía de fe. A nivel educativo, cree que "el discípulo es la ocasión para que el maestro se comprenda a sí mismo. El maestro es la ocasión para que el discípulo se comprenda a sí mismo."
Uno alcanzará la grandeza porque esperó lo posible y otro porque esperó lo eterno, pero quién esperó lo imposible, ése es el más grande de todos.
Soren Kierkegaard, Temor y temblor, 1843
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