El autor de La isla del tesoro narra este cuento fantástico sobre un joven hawaiano que encuentra un diablo en una botella que concede todos los deseos a cambio de desgracias horribles para los demás. Además, el dueño debe venderla a otra persona a menor precio o irá al infierno cuando se muera.
El joven Keawe, movido por la curiosidad, compra esa botella a un anciano de San Francisco. Y se le concede el deseo de ser el propietario de una gran mansión en Kona, pero a cambio su tío y su primo mueren ahogados. Luego Keawe consigue vender la maldita botella a un compañero para olvidarse de esta historia. Pero la enfermedad que corroe su piel le lleva a buscar la botella otra vez y entregarse al juego del demonio, aunque tenga que vender su alma por una mujer que ama.
There is one thing the imp cannot do -he cannot prolong life; and, it would not be fair to concel from you, there is a drawback to the bottle; for if a man die before he sells it he most burn in hell forever.
Robert Louis Stevenson, El diablo de la botella, 1891
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